Sucedió con un par de horas de diferencia. En un teatro de Madrid, artistas españoles y argentinos le rindieron tributo a Mercedes Sosa. Aquí, en la meca de los festivales folklóricos argentinos, eran los amigos de La Negra (Teresa Parodi, León Gieco, Víctor Heredia, Jairo y Peteco Carabajal) los que la homenajeaban y la recordaban. Porque el comienzo del 50° aniversario del Festival Nacional del Folklore tenía un destino unívoco: Mercedes Sosa.
Y lejos de que el recordatorio de la muerte de la cantora fallecida en octubre opacara la celebración del medio siglo, el encuentro de la música nativa mostró una manera distinta de empezar. Porque aunque no faltó la arenga clásica (el "Aquí Cosquín", esta vez en la voz de Jairo) este homenaje pensado para la primera de las 12 lunas de este año imponía cierta sobriedad. A fin de cuentas, no desentonó con la formalidad de los videos de apertura, dedicados al Bicentenario y al cumpleaños del festival. Algo atípico para el formato festivalero, donde suele predominar la efusividad.
Otra de las diferencias fue la renovada puesta escénica, más al estilo de un set de estudio de televisión o de escenario de artista pop que al de los clásicos festivales vernáculos. Y la puntualidad del espectáculo inaugural no fue inglesa, sino televisiva.
Poco a poco, el Himno Nacional, cantado por Juan Carlos Baglietto, y el Himno a Cosquín levantaron la temperatura de la plaza Próspero Molina. Luego, el homenaje a Mercedes Sosa, que no fue original, aunque nadie pidió que lo fuera. Cantar, simplemente, era la mejor manera de rendirle tributo. Sólo eso. Y a pesar de que hubo problemas que se tornaron evidentes en una canción (por falta de ensayo general) primó el profesionalismo combinado con la emoción de la platea. Es temprano para decirlo, pasadas apenas las primeras noches de festival, pero lo cierto es que ese momento seguramente será recordado como el más emotivo de esta edición. A más de uno se le habrá puesto la piel de gallina al escuchar en grabaciones la voz de Mercedes, entrelazada con las de Teresa, Peteco, León, Víctor y Jairo, y acompañada por los músicos que durante el último tiempo tocaron con ella. De hecho, lo que se escucharon fueron las canciones que cantaba Mercedes ("Gracias a la vida", "Al jardín de la república", "Los hermanos") en sus versiones. Un ejemplo: "Sólo le pido a Dios" tuvo un arreglo más cercano a como ella lo cantaba que a la manera de Gieco, su autor. También se escucharon "Ojos de cielo", "Como pájaros en el aire", "Esa musiquita" y "Antiguo dueño de las flechas". ¿Quién, en la plaza Próspero Molina, no se iba a emocionar al volver a escuchar su voz en "Zamba para no morir"?
Después del homenaje subieron al escenario Los Huayra y Mariana Cayón, consagraciones del festival anterior. Y más tarde Soledad Pastorutti, quien ante una plaza que todavía estaba casi colmada de público, cerca de las tres de la mañana, invitaba al cantautor Axel, para el último tramo de la presentación. Todavía quedaban varios shows, como el espectáculo "Canto de dos orillas" (con Víctor Velázquez y Orlando Veracruz) y el cierre de Los Tekis, que, pasadas las 4 de la madrugada, desplegaron todo su carnaval jujeño.
Con el emotivo homenaje a Mercedes Sosa, con grupos que se intentan imponer en el gusto del público que llena la plaza (Los Huayra o Mariana Cayón) y con artistas que saben meterse al público en el bolsillo (Soledad y Los Tekis), la organización del festival parece haber apostado muchas fichas importantes a la noche de apertura. Habrá que ver si le quedan suficientes para un juego largo, que este año sumó tres noches a las tradicionales "9 lunas" coscoínas.
Fuente : La Nacion
